Javier Santaolalla: “La ciencia y la tecnología pueden salvar o destruir al mundo. Endiosarlas es peligroso”
Conversamos con el divulgador y científico Javier Santaolalla sobre los límites de la ciencia y los dilemas de la desinformación
Por Manuel de León
para WIRED
La ciencia es una herramienta, no una solución mágica. "Como todos los instrumentos y herramientas, tiene un alcance limitado".
Javier Santaolalla
Doctorado en física de partículas, Javier Santaolalla formó parte del equipo de cerca de 6,000 científicos que trabajaron en el descubrimiento del bosón de Higgs en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN. También es autor de libros como Life Hacks Extremos, Inteligencia Física, ¿Qué hace un bosón como tú en un Big Bang como este? y El bosón de Higgs no te va a hacer la cama, títulos que dan cuenta de su profundo compromiso con la divulgación. Javier también es fundador de Amautas, una plataforma de paga para tomar cursos y clases magistrales sobre ciencias y humanidades de la mano de expertos en diversas ramas. Se trata de un lugar seguro para el conocimiento, libre de distracciones, lleno de contenido original y, sobre todo, bien curado.
Conversamos con Javier Santaolalla sobre los límites del conocimiento, sobre su posición en torno a los debates con conspiracionistas, sobre un cierto tufo a intolerancia en la academia y sobre la amenaza de la idolatría.
Javier, eres científico, divulgador y autor, ¿cómo describirías la vocación que atraviesa todo esto y cómo nació?
¿Cómo definirías tu misión como divulgador? ¿Qué hace un divulgador?
Me recuerdo de 16, 17 años como una persona a la que le iba muy bien con el colegio, pero a quien no le gustaba nada lo que estudiaba en el salón de clases. En particular no me gustaba nada la física. Descubrí la física, la que me apasiona, por mi cuenta leyendo libros e investigando. A eso de los 22 años pensé: "¿A cuánta gente le habrá pasado como a mí, que en la escuela se aburre con la física y acaba odiándola porque no ha tenido la oportunidad de conocerla desde otro ángulo?"
Decidí hacer algo para que la gente no pensara que la física solo consistía en resolver problemas en el pizarrón. También incluye una parte muy bonita que es explorar, buscar, descubrir. Sin ser un experto en pedagogía, creo que uno de los grandes problemas es que, si la física surge de la curiosidad y esta de la observación de las cosas, entonces, cuando intentas volverlas tan abstractas y alejadas de la realidad y solo explicas cosas en un pizarrón con ecuaciones, pierdes la verdadera esencia del conocimiento.
Los grandes científicos de hace siglos empezaron así la ciencia, mirando, observando y preguntándose cosas. No lo hicieron aprendiendo de manera robótica a resolver ecuaciones sin encontrar un significado detrás.Uno de los retos más difíciles de la divulgación es el de hacer sencillo algo sin que la simplicidad lleve al engaño. Quienes disfrutamos tus videos podemos salir de ahí con la falsa sensación de que ahora somos expertos en física porque vimos 10 minutos de algo que nos maravilló y entendimos. ¿Es algo que a ti te preocupa? ¿Cómo lo abordas?
¿En qué radica la importancia de la ciencia? ¿En su utilidad o en algo más?
Lo que hacemos los divulgadores es simplemente mostrar la superficie de un conocimiento que es mucho más amplio, mucho más rico, mucho más intenso, más difícil, pero a la vez más bello.
Javier Santaolalla
¿Cuáles son los límites de la ciencia y cuál es su relación con otras formas de conocimiento?
Mi formación es de filósofo y justamente nos pasaba al revés. Nosotros estábamos en el salón de clases viendo los límites de la ciencia y de repente decíamos: "¿No nos convendría tener algún científico aquí al lado para poder preguntarle si lo que estamos diciendo significa algo para él?" En ese sentido, celebro mucho el ejercicio que estás haciendo con Enric, de Adictos a la Filosofía. ¿Cómo surgió ese ejercicio?
Precisamente viene motivado por la misma sensación de que el conocimiento es limitado cuando se busca desde un solo punto de vista. Creo que un error de la actualidad es compartimentar las cosas demasiado. Falta diálogo interdisciplinar. Es cierto que a los filósofos les vendría bien hablar más con físicos, tanto como a un físico hablar con un filósofo, y no solo eso: con un artista, con una persona que trabaje en medicina, etc. Creo que el conocimiento se enriquece cuando se abre y en la frontera de las áreas es donde surgen las cuestiones más interesantes.
Y precisamente lo que intento hacer con Enric en Por el amor de Higgs es, primero, mostrar cómo dos personas que tienen visiones diferentes pueden sentarse a dialogar. Él tiene creencias religiosas que yo no comparto, por ejemplo. En segundo lugar, pienso que cuando una cuestión que es tan delicada como la libertad humana o como la conciencia se aborda desde una posición multidisciplinaria, aparecen sutilezas muy interesantes.¿Crees que las plataformas y redes hacen lo suficiente para combatir la desinformación?
Quiero preguntarte por el formato vertical y rápido en plataformas como TikTok, Instagram, YouTube Shorts y demás. ¿Ha dañado la divulgación?
Me gustó el concepto de epilepsia cognitiva. Hablando de la importancia de otros tipos de formatos, más profundos, ¿qué pasa con Amautas? Háblame de ese proyecto.
La idea en Amautas es tomar a los mejores científicos del mundo y ayudarles a contar lo que saben con un estilo de comunicación del siglo XXI, adaptado a las tendencias.
Javier Santaolalla
Al tiempo que exploras y creas espacios de información más cuidada, no le has dado la espalda a refutar el conspiracionismo ni a debatir cara a cara con pseudocientíficos en YouTube. ¿Piensas que esto es importante?
Negar la voz o censurar nunca es el camino. Es tratar a la gente de tonta y, por otro lado, es alimentar conspiraciones. Otra cosa que yo creo que es muy peligrosa es la imagen dogmática, soberbia y elitista que proyecta el mundo científico. Cuando un científico dice: "Yo no quiero debatir con esta persona", se está colocando en un lugar de superioridad intelectual y moral.
Estoy muy preocupado con la percepción que tiene la gente ajena a la investigación sobre la ciencia como un campo dogmático. Creo que la mayor parte de la gente que se acerca a la pseudociencia, a la pseudoterapia y demás, lo hace motivada por una academia que no escucha, que no es empática, que no es humilde, que no quiere entender al otro. Creo que el primer paso en ese dogmatismo es cerrarse a hablar con otra persona.Además, creo que la gente gana cuando recibe múltiples visiones y es importante que aprenda a discernir las diferencias. Las pseudociencias ya se están escuchando, son virales en internet. Mirar hacia otro lado tampoco aporta nada. Si hay una persona diciendo que la Tierra es plana y lo ven 10 millones de personas, más vale que haya otra persona al lado diciendo que la Tierra no es plana.
Es un momento delicado para comunicar ciencia. ¿Has sido objeto de agresiones u hostilidad por posicionarte como científico?
¿Cuáles son, en tu opinión, las preguntas más importantes que la ciencia tiene por resolver? Y de ellas, ¿cuál es la que a ti te interesa más?
¿Tienes alguna posición religiosa?
¿No te posicionas directamente como ateo?
¿Qué aspecto del futuro te entusiasma? ¿Qué cosa te hace decir "esto lo veremos llegar y cuando ocurra será genial"?
A nivel de tecnología, lo que ahora mismo a mí me tiene con mucha ilusión son los avances en la exploración espacial. Pienso que va en la dirección que la ciencia requiere. Como he dicho, pienso que el ser humano es curioso, quiere llegar más lejos, entender más. En ese sentido, la exploración espacial es sumamente humana. Actualmente, muchas personas se encuentran solas, se sienten perdidas, desesperanzadas. La exploración espacial afronta estos dolores, nos une, es multidisciplinar y está en la frontera del conocimiento. Por otro lado, la tecnología que más me preocupa es la inteligencia artificial, por su capacidad de suplantar elementos humanos. Me preocupan las tecnologías que ponen en peligro los elementos más propios de nuestra especie.
No me considero un ludita, soy muy partidario de la tecnología y siempre la he disfrutado. Como toda tecnología, la IA tiene su lado bueno y su lado malo. Creo que está muy bien evangelizar sobre las cosas buenas, pero también creo que tiene que haber voces que sean cautas respecto a las negativas. Muchas veces, ni siquiera las personas que ejecutan inteligencias artificiales saben lo que están haciendo. Me preocupan también los sesgos que introduce. Detrás de su desarrollo, hay una toma de decisiones que no es neutra.
A corto, a medio y a largo plazo, me preocupan dos cosas. Una es que simplemente se pierda el valor de lo humano hasta el punto de que realmente endiosemos una tecnología. A largo plazo, y esto ya sonará a ciencia ficción, me preocupa que acabemos siendo reemplazables o simplemente inútiles. Me preocupa que llegue un momento en la evolución de las IA en que el humano ya no tenga nada que aportar. No digo que lo decidirá directamente una máquina, puede ser un colectivo de humanos antihumanistas. Me da miedo que un día alguien decida que nos sobra el 80% de la población.
¿Crees que la ciencia puede salvar al mundo?
Creo que la ciencia puede salvar al mundo y también lo puede destruir. Es una herramienta poderosa. Cuando el ser humano se enfrenta a un problema, sabe que cuenta con la ciencia como su principal aliado. Sin embargo, también puede aniquilarnos y, por lo tanto, hay que estar muy alerta. La ciencia y la tecnología son bonitas, pero no son inofensivas. En definitiva, creo que hay que alejarse de la idolatría, del endiosamiento.
Me encantan los evangelizadores de la ciencia porque creo que la sociedad necesita más ciencia. Pero así como necesitamos evangelizadores que distribuyen esa pasión, que es lo que intento hacer yo, creo que también se necesitan personas que controlen ese endiosamiento o esa idolatría excesiva hacia una cosa que no deja de ser una herramienta más para ayudar al ser humano a ser feliz y encontrar su hueco.Al suscribirte a los contenidos, te enviaremos un correo electrónico cuando haya nuevas actualizaciones en el sitio.
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